Las mujeres y la sociedad en movimiento

Publicada en APM (Agencia Periodistica del Mercosur) y Alainet
Pamela Damia y Dolores Marengo

Una multitud marchó por la calles de Buenos Aires reclamando la despenalización del aborto. 60 mil firmas avalaron la demanda. Las manifestantes llegaron de todo el país “Si el Papa fuera varón, el aborto sería ley”, porque en Argentina la Iglesia Católica es la principal fuerza opositora a esa y muchas otras demandas democráticas. “Nosotras parimos, nosotras elegimos”, como grito de rebeldía ante el poder machista. Esas fueron algunas de las consignas oídas el viernes pasado en las calles céntricas de Buenos Aires. Una marea de pañuelos verdes, color que simbolizó la Campaña Nacional por la Legalización del Aborto, marchó las cinco cuadras que separan la histórica plaza de Mayo hasta la de los dos Congresos. El viernes 25, fecha que conmemora el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer fue, elegida para finalizar la Campaña. Esta comenzó hace seis meses (el 28 de mayo) en todo el territorio nacional; en cuyo marco se realizaron actividades como charlas- debates, recolección de firmas, talleres en escuelas y universidades; y la articulación de más de 250 organizaciones de mujeres, movimientos sociales y culturales, partidos políticos y más de mil personas que trabajaron de forma independiente por una causa que lleva años de lucha en el país. Una pechera azul, que identifica su militancia en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), le cubría el torso y con la sonrisa enérgica que la caracteriza encabezaba la marcha. Estela Díaz, Secretaria de Género de esa Central y una de las principales coordinadoras de la organización de la jornada, aseguró que éste camino recién empieza. “Hoy comienza la segunda instancia: estamos pidiendo a los legisladores que formen una comisión tripartita: Poder Ejecutivo, Legislativo y organizaciones sociales para discutir en conjunto los cambios en la legislación y la legalización definitiva del aborto. Además de que se cumpla la ley de educación sexual”. La lucha por el derecho al aborto seguro, legal y gratuito, no es nueva. Hace más de tres décadas que los movimientos de mujeres vienen impulsando esta campaña cuando los primeros pasos estaban dados sólo por una minoría. El viernes pasado se movilizaron más de 5.000 personas, mujeres y varones. Según cifras reconocidas oficialmente, el 70 por ciento de las muertes en días de gestación son producidas por abortos clandestinos, con la agravante de que más del 15 por ciento de ellas son en adolescentes menores de 20 años. Esto podría evitarse. Celina Rodríguez, que participa activamente en el grupo de mujeres del Frente Popular Darío Santillán, de Berisso, provincia de Buenos Aires, dijo: “¿sabés por qué estoy tan contenta? Porque me acuerdo de la historia, de cuando un grupo de mujeres que formaron la comisión por el derecho al aborto y recalcó la figura de Dora Coledesky, que hoy está presente y ese día se paraba en Plaza Once hablando del aborto, afines de los años ´80. Rina, del Movimiento de Mujeres por la Soberanía Nacional y Popular de Rosario, también quiso recordar viejas épocas: “Este encuentro se realizo hace mas de 50 años, en 1947 cuando fundamos la Unión de Mujeres Argentina (UMA). Yo soy fundadora y tengo 60 años”. Hace 20 años ininterrumpidamente que los Encuentros Nacionales de Mujeres desarrollados en todo el país hacen hincapié en este tema. En Mendoza, el año pasado, se concluyó que se debía comenzar con una campaña nacional y este año, el Encuentro de Mar del Plata, tuvo una gran importancia. Se crearon diez comisiones que desbordaron de mujeres de todas las edades y condiciones sociales, que discutieron abiertamente no ya “ aborto si o aborto no”, sino las estrategias para llegar una legislación que lo garantice a todas las mujeres. “Ni una muerte más por aborto clandestino”, era la consigna en letras blancas que rezaba en la bandera verde que decenas de mujeres llevaban en sus manos encabezando la movilización y ocupando el ancho de las calles. El documento final consensuado por las organizaciones que participaron de la campaña destinó un párrafo al reclamo por la independencia del Estado y la Iglesia, ya que ésta iguala al aborto con el homicidio y se ha encargado de frenar la educación sexual y el uso de anticonceptivos. “Necesitamos un Estado laico que no imponga reglas desde una teología moral, y que ejecute políticas públicas para habitantes de distintas creencias religiosas, o para quienes no las tienen. Un estado que descanse en la soberanía popular y no en un poder emanado de creencias religiosas, que legisla en nombre de Dios y de lo supuestamente sagrado”, dice ese documento. La marcha convocó a participantes de casi todo el país y no faltaron manifestación de contundencia. Fue el caso del Colectivo Feminista Las Revueltas, de la patagónica provincia de Neuquén. Sus militantes bailaban con el torso desnudo y pintado con el símbolo verde la campaña porque reclaman poder mostrar su cuerpo como lo hacen los hombres y la liberación de la mujer en todos los sentidos. Aunque la multitud fue una gran característica de esta lucha en todo el país, la marcha sufrió de importantes ausencias, tanto de figuras políticas y culturales. Pero es destacar la presencia de los legisladores ya conocidos en estas luchas como Claudio Lozano (diputado y dirigente de la CTA), quien dijo: “me parece que es una marcha que expresa la decisión de instalar un tema de urgente resolución, como es el de garantizar el aborto legal y gratuito en Argentina. Es hora de terminar con las hipocresías y es importantísimo el trabajo que se ha hecho en los últimos meses y que ha ganado la capacidad de instalar el debate público. Me gustaría en lugar de estar caminando acá, recibirlas con una ley recientemente aprobada. Esa es la responsabilidad del Congreso y vamos a trabajar en esa dirección”. Margarita Stolbitzer, diputada del opositor partido Unión Cívica Radical también dijo presente: “Vengo como mujer, no como dirigente del partido, sino como mujer política que pretende influir en este ámbito para terminar con la cantidad de muertes que no son otra cosa que el castigo y la dominación a los sectores más pobres”. La movilización se detuvo al llegar frente al Congreso. Pero no se paralizaron los cánticos ni la música de la Lesbianbanda, y otras agrupaciones que se hicieron presentes. El documento final fue leído desde un camión con altavoces, por la reconocida actriz Cristina Banegas.

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